Brussel, dinsdag, 24 juni 2025.
La Unión Europea ha suspendido inesperadamente las negociaciones sobre una legislación que obligaría a las empresas a respaldar sus declaraciones de sostenibilidad. Un estudio propio reveló que aproximadamente la mitad de todas las reclamaciones ambientales eran ‘vagas o engañosas’. La Comisión Europea amenaza con retirar la propuesta de ley, principalmente porque la regulación propuesta supondría una carga demasiado pesada para las pequeñas empresas. Esta decisión marca un cambio significativo en el enfoque de la UE sobre el ‘greenwashing’, pidiendo a las empresas que sean más transparentes sobre su impacto ambiental. Las negociaciones están en pausa, especialmente debido a las dudas de Polonia, que actualmente ostenta la presidencia de la UE.
Comisión Europea Considera Retirar la Propuesta de Ley
La Unión Europea ha detenido el lunes las negociaciones sobre un proyecto de ley que obligaría a las empresas a respaldar sus declaraciones de sostenibilidad con pruebas concretas [1]. La Comisión Europea amenaza con retirar la propuesta, principalmente porque la regulación supondría una carga demasiado pesada para las pequeñas empresas [2]. Un estudio propio de la Comisión había demostrado previamente que aproximadamente el 50 por ciento de todas las reclamaciones ambientales eran ‘vagas, engañosas o infundadas’ [3].
Presión Política y Pausa en las Negociaciones
Polonia, actual titular de la presidencia rotatoria de la UE, ha decidido cancelar la ronda de negociaciones [1]. Un portavoz declaró: ‘Hemos presionado el botón de pausa. Hay demasiadas dudas y necesitamos claridad de la Comisión Europea sobre sus intenciones’ [2]. Además, los parlamentarios europeos de centro-derecha han ejercido presión para eliminar la política [3].
Alcance de la Propuesta de Ley Original
La propuesta de ley original, presentada en 2023, tenía como objetivo regular las etiquetas ecológicas engañosas para productos, desde ropa hasta cosméticos y dispositivos electrónicos [1]. Etiquetas como ‘natural’, ‘neutro en carbono’ o ‘con contenido reciclado’ serían verificadas [2]. La ley se aplicaría a hasta 30 millones de pequeñas empresas en la UE, lo que la Comisión considera potencialmente problemático [3].