Las conversaciones sobre la elevada presión laboral en Lidl (Bélgica) se saldan con éxito: la dirección promete actuar. Los sindicatos se muestran optimistas: se descarta una nueva huelga.
«Nos han escuchado»
Lidl Bélgica se vio afectada por el malestar social en junio, con huelgas en las tiendas y centros de distribución belgas. Los trabajadores se quejaban de la excesiva presión laboral en las tiendas y culpaban a la dirección de no tomar medidas suficientes para solucionar la escasez de mano de obra.
Pero las nuevas conversaciones del pasado lunes entre sindicatos y dirección dieron sus frutos: «Las conversaciones fueron positivas. Vamos a ofrecer más flexibilidad por puesto de trabajo, para que se pueda organizar mejor la conciliación de la vida laboral y familiar», declaró la portavoz de Lidl, Isabelle Colbrandt, a la agencia de noticias Belga.
El sindicato también confirma: «Se nos ha escuchado. Desde las acciones, la carga de trabajo ya ha bajado un poco, y la dirección va a cubrir más horas en las tiendas», confirma Kevin Kiggen, del sindicato ACV Puls. Por tanto, se descartan nuevas acciones sindicales.