La cadena francesa de electrónica Electro Depot aspira a tener al menos 25 tiendas en el país en 2030, el doble de las que tiene actualmente. El centro de la expansión será el norte de habla neerlandesa, donde el progreso ha sido más lento hasta ahora.
Sin florituras, precios bajos
«En 2030 queremos tener al menos 25 establecimientos en Bélgica, la mitad de ellos en Flandes», declaró Joan Escolier al diario belga De Tijd. La ambición expresada por Escolier, Director Nacional de Electro Depot Bélgica desde principios de este año, supondría abrir dos tiendas al año.
Electro Depot ofrece un surtido limitado (pero en rápida rotación) de aparatos como lavadoras y televisores, a precios que, según afirma, son por término medio un 15 % inferiores a la media del mercado. Esto es posible gracias a descuentos por volumen, costes logísticos mínimos y un diseño de tienda extremadamente sencillo y sin florituras.
En las tiendas, los productos se apilan en palés de hasta cuatro pisos de altura. Los clientes cargan ellos mismos sus compras en carritos especialmente diseñados. El surtido se compone de cuatro marcas blancas, que representan la mitad de las ventas, y grandes marcas como Samsung. Las promociones son escasas: «Ofrecemos el precio más bajo todos los días: eso está más claro», dice Escolier.
Beneficios duplicados
Electro Depot se fundó en 2004 y está presente en Bélgica desde 2015. La cadena comenzó su expansión en el sur francófono de Bélgica, donde los clientes ya estaban familiarizados con la matriz francesa. Hoy, Bélgica cuenta con nueve tiendas en la parte francófona y solo cuatro en el norte neerlandófono.
Un quinto establecimiento flamenco (en Brujas) cerró rápidamente tras su apertura: el despliegue en Flandes está resultando más difícil de lo esperado, pero la cadena sigue comprometida con sus planes de crecimiento. A finales de este año se abrirá un decimocuarto establecimiento belga en Verviers (Lieja), tras lo cual la cadena se centrará en el norte del país.
Los ingresos de la empresa en Bélgica aumentaron un 15 % hasta 144 millones de euros el año pasado, mientras que el beneficio neto se duplicó con creces hasta alcanzar los cinco millones de euros. A escala mundial, la empresa generó unos ingresos de 1.500 millones de euros el año pasado. Como parte de la Association Familiale Mulliez, Electro Depot es también una empresa hermana de Krëfel y Boulanger, pero se dice que la colaboración es limitada.