En el primer semestre de 2025, el grupo francés de lujo Kering vio cómo se desplomaban no sólo sus ingresos, sino también su beneficio neto, tras los flojos resultados de su marca insignia , Gucci. La empresa se prepara para un cambio de liderazgo, con la esperanza de invertir la tendencia.
Gucci se hunde profundamente
El beneficio neto del grupo de lujo ascendió a 474 millones de euros, frente a los 878 millones del mismo periodo del año anterior. Esto supone un descenso del 46%. Los ingresos totales del grupo cayeron un 16%, hasta 7.600 millones de euros. Gucci, que representa casi la mitad de los ingresos de Kering, vio caer sus ventas un 26%, hasta 3.030 millones de euros. El beneficio de explotación de la casa de moda italiana se desplomó un 52%, hasta 486 millones de euros.
Pero no sólo Gucci se enfrenta a desafíos: Yves Saint Laurent y Bottega Veneta también obtuvieron malos resultados. Las ventas de Yves Saint Laurent disminuyeron un 11%, hasta 1.290 millones de euros. Bottega Veneta registró un ligero aumento del 1%, hasta 846 millones de euros.
China y América lastran las cifras
El crecimiento de las marcas de lujo se está estancando en todo el mundo debido a la disminución del poder adquisitivo de los consumidores chinos. Además, los aranceles a la importación impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suponen un reto especial para el grupo en el importante mercado norteamericano, que representa el 25% de los ingresos de Kering.
«Aunque las cifras que estamos reportando permanecen muy por debajo de nuestro potencial, estamos seguros de que nuestros esfuerzos integrales de los últimos dos años han establecido bases saludables para las próximas etapas en el desarrollo de Kering», dice el CEO Francois-Henri Pinault en una respuesta.
Nuevo CEO en camino
A partir de mediados de septiembre, Luca de Meo asumirá el cargo de CEO de Kering. El antiguo CEO de Renault se enfrenta a la dura tarea de cambiar las tornas, pero los observadores no esperan un cambio rápido. Kering arrastra una importante deuda de 9.500 millones de euros, debida principalmente a adquisiciones como la compra de una participación del 30% en Valentino -que podría volver a venderse- y la adquisición de la marca de belleza Creed. El grupo también ha invertido mucho en tiendas insignia en calles comerciales caras de París y Milán. Es probable que el grupo tenga que vender inmuebles.