Louis Vuitton ha sido designada oficialmente sospechosa por la Fiscalía neerlandesa en un caso de blanqueo de dinero a gran escala. Según la justicia, la marca de lujo francesa no hizo lo suficiente para evitar los abusos de un cliente delincuente.
¿Debería el personal haber dado la voz de alarma?
La marca de lujo francesa se encuentra en el centro de un caso holandés de blanqueo de capitales que no sólo implica millones de euros en gastos en efectivo, sino también la posible responsabilidad penal de la propia empresa. La Fiscalía ya no ve a Louis Vuitton como un mero telón de fondo de transacciones sospechosas, sino como un eslabón activo en el proceso de blanqueo de dinero, un paso poco habitual y potencialmente perturbador para una marca de lujo internacional.
Los empleados de Louis Vuitton se habrían confabulado durante años para eludir sistemáticamente la obligación de declarar los pagos en efectivo superiores a 10.000 euros, según informa el diario neerlandés Algemeen Dagblad. Un cliente, una mujer china de Lelystad, realizó pagos por un total de unos tres millones de euros repartidos en varias cuentas, sin que la empresa informara de ello. La Fiscalía afirma que Louis Vuitton facilitó el blanqueo de dinero procedente de actividades delictivas.
‘Daigou’ en el punto de mira
Es excepcional que la justicia designe como sospechosa a una marca de renombre como Louis Vuitton. En caso de que la Fiscalía decida procesarla, el caso podría sentar un precedente sobre la responsabilidad penal de las marcas de lujo en las tramas de blanqueo de dinero. Todavía se está investigando si la sucursal holandesa de Louis Vuitton será realmente procesada. La justicia está deliberando actualmente sobre los pasos a seguir. «Con tales cantidades y tales patrones, deberían saltar las alarmas», advirtió la Fiscalía.
El AD informa de que la trama de blanqueo de dinero está estrechamente relacionada con el fenómeno del «daigou», que en chino significa literalmente «comprar para otro». En esta práctica, individuos chinos compran artículos de lujo en Europa o Norteamérica y luego los introducen de contrabando en el país para eludir los elevados aranceles de importación en China. Sin embargo, los expertos afirman que delincuentes y banqueros clandestinos explotan con avidez este método para blanquear el dinero obtenido ilegalmente.