Swatch mira al futuro con optimismo, a pesar de las decepcionantes cifras semestrales. Según el fabricante de relojes suizo, el mercado chino está resucitando.
La culpa es de China
En su último semestre, los ingresos de Swatch cayeron un 7,1 % hasta alcanzar los 3.060 millones de francos suizos (3.200 millones de euros). El beneficio se ha desplomado por completo: el resultado de explotación cayó un 67 % hasta los 68 millones de francos (70 millones de euros), mientras que el beneficio neto descendió un 88 % hasta los 17 millones de francos (18 millones de euros).
Swatch atribuye estos malos resultados casi exclusivamente a China: el país representaba el 33 % de los ingresos del grupo hace un año y medio, pero esta cuota ha caído desde entonces al 24 %. Las actividades mayoristas se han visto especialmente afectadas, con un descenso superior al 30 %. Las tiendas propias se han comportado un poco mejor, pero sus ventas han disminuido un 15 %.
¿Reactivación a la vista?
El grupo suizo dice ver signos positivos gracias a una recuperación incipiente en China y al crecimiento en mercados como India y Norteamérica. Las ventas han aumentado en dos dígitos en Estados Unidos, México y Canadá; India destacó con un crecimiento de los ingresos del 20 %. En Europa, por su parte, las ventas se mantuvieron estables. El grupo también destaca que marcas como Omega y Tissot han obtenido buenos resultados en mercados en crecimiento.
Swatch espera mejorar en China en la segunda mitad del año, debido a la recuperación del consumo. Su CEO, Nick Hayek, predice que «no habrá revolución», pero sí «una tendencia en la dirección correcta». El fabricante de relojes no rehúye ampliar su capacidad de producción en previsión del lanzamiento de nuevos productos, e incluso está dispuesto a aceptar menores beneficios.
El mensaje de Hayek llega en un momento crucial para el sector del lujo en general, que está sometido a una importante presión. Una reactivación del consumo (de lujo) chino podría invertir la tendencia tras varios años consecutivos de lucha. ¿Serán proféticas sus palabras o se tratará de un optimismo fuera de lugar?