Unilever ha nombrado a Jochanan Senf nuevo Director General de su filial Ben & Jerry’s. Se trata del primer holandés al frente de una marca de helados estadounidense. Es el primer holandés al frente de la marca estadounidense de helados, pero el nombramiento se produce en un momento tenso: Ben & Jerry’s está inmersa en otro conflicto legal con su empresa matriz.
Malos términos
El cambio de liderazgo se inició en marzo, con el despido del consejero delegado David Stever. Llevaba en Ben & Jerry’s desde 1988 y fue nombrado consejero delegado en 2023, pero la marca de helados dijo que su activismo político y social estaba en el origen de ese despido. La empresa matriz Unilever, que había adquirido la compañía en 2000 y está escindiendo su división de helados este año, quería evitar que su filial rebelde criticara al presidente estadounidense Trump y el conflicto en Gaza.
Ben & Jerry’s ha presentado posteriormente una demanda contra el despido, alegando que se había producido sin el consentimiento del consejo independiente y que, por tanto, violaba el acuerdo de fusión de 2000. La marca también afirma que Unilever había amenazado repetidamente a su personal si no cumplían con los «esfuerzos de la matriz para silenciar la misión social», según informó Reuters en su momento.
Posición difícil
Las tensiones entre matriz y filial han ido en aumento desde hace tiempo, como cuando en 2021 Ben & Jerry’s dejó de vender sus helados en asentamientos israelíes en territorio palestino ilegalmente ocupado. Unilever intervino y llevó a la marca a los tribunales. En enero, se informó de que los fundadores de la marca querían recomprar «sus» helados, pero parece que (todavía) no ha habido más novedades.
Senf se encuentra en una posición delicada, pero conoce la empresa: el holandés lleva siete años trabajando en la marca de helados y dirigió la división europea, entre otras funciones. En los últimos años, ha ocupado diversos cargos en Unilever, como vicepresidente de Refrescos en Indonesia y director general del grupo de alimentación en Alemania, Austria y Suiza. Sin embargo, ¿será aceptado dentro de la empresa activista y cómo equilibrará idealismo y comercio?