Quien quiera sobrevivir hoy debe ser algo más que un minorista. Deben pensar como una marca, comerciar como un minorista y actuar como un editor. ¿Suena complicado? No se preocupe, se lo explicaré paso a paso.
Pensar como una marca: más que vender
El mundo del comercio minorista ha dado un vuelco. Los modelos clásicos ya no bastan en un mercado en el que los clientes esperan algo más que un buen precio o una entrega rápida. Entonces, ¿cómo se puede hacer mejor?
Imagine que compra una camiseta de Patagonia. No una camiseta cualquiera, sino una Patagonia. ¿Por qué elige Patagonia y no una alternativa más barata de una marca desconocida? Sencillo: los valores de Patagonia resuenan en usted, por lo que la marca dice algo sobre quién es usted o quiere ser.
Eso es exactamente lo que los minoristas tienen que entender hoy en día: los clientes no compran productos, compran significados. Quieren marcas que conecten con sus vidas, sus sueños, sus momentos de alegría o tristeza. Piense en el primer día de colegio, un nuevo trabajo, una fiesta de cumpleaños: esos micromomentos son oportunidades de oro para crear una conexión emocional.
Los minoristas que solo se centran en el precio, la rotación, el inventario o los metros cuadrados pierden el norte. El futuro está en las marcas que conectan la emoción y la experiencia con los datos y la tecnología. Las que pueden provocar una sonrisa, incluso al devolver un paquete. O que puedan entusiasmar de verdad a los consumidores con las lavadoras conectadas, como Pieter Zwart, el «jefe final» de Coolblue.
Comerciar como un minorista: rápido, inteligente y estratégico
De acuerdo, la emoción es importante, pero seamos sinceros: sin un buen rendimiento en la venta al por menor, no lo conseguirás. La confianza no sólo proviene de una buena historia, sino también de cifras concretas: ¿se entrega a tiempo? ¿Es correcto el precio? ¿Es el servicio de primera?
El comercio minorista sigue siendo un deporte duro de alto nivel. Piense en pruebas rápidas, en ganar rápido, en fracasar rápido y, sobre todo, en aprender de ello. Los mejores minoristas realizan pequeños experimentos a diario: una nueva disposición de los estantes, una promoción diferente, una línea de apertura distinta en el sitio web. Miden, aprenden y se adaptan. Y lo hacen a la velocidad del rayo.
Según un informe de EY, hay seis grandes oportunidades de crecimiento para los minoristas. Una de ellas es replantearse el espacio comercial: una tienda ya no es solo un lugar donde vender, sino un centro de servicios, un espacio para eventos, un escenario mediático. El antiguo «momento de la verdad» -el momento en que el cliente decide- se ha convertido hoy en el «momento de la confianza». Esa confianza debe ganarse cada día.
El comercio es un medio de comunicación: el cliente es el canal
Los minoristas suelen pensar que los medios de comunicación son los periódicos, la televisión o las personas influyentes. Pero esa idea está desfasada. El comercio minorista se ha convertido en un medio de comunicación. Piense en su sitio web, su recibo, su tienda, su boletín de noticias, su aplicación: cada punto de contacto es una oportunidad para contar una historia, profundizar en la relación con el cliente o incluso vender publicidad.
Los nuevos modelos de ingresos, como los medios minoristas, pueden marcar la diferencia: los anunciantes quieren pagar por ser visibles en tu canal, cuando tienes la atención del cliente. Fíjate en Amazon o Walmart Connect: han convertido sus plataformas en redes publicitarias. No solo venden productos, sino también visibilidad. Las marcas les pagan por estar en los primeros puestos de los resultados de búsqueda, por aparecer destacadas, por anunciarse de forma personalizada. Y eso ya no es una cuestión secundaria, sino el núcleo del negocio.
Lo que entienden los minoristas de éxito es lo siguiente: las personas son medios de comunicación. Los clientes comparten experiencias, les gusta, etiquetan, escriben opiniones. Y todas estas son señales poderosas, siempre que se escuchen. Combinando estrategias creativas con datos comerciales, los minoristas pueden predecir qué funciona, cuándo y para quién.
La pregunta ya no es: ¿cómo vendo más? Sino: ¿cómo cuento una historia que la gente quiera seguir y compartir? En nuestra cacería de minoristas en Seúl, obtuvimos magníficos ejemplos en Gentle Monster y Ader Error. Utilizan sus tiendas como medios de comunicación. Millones de selfies compartidos por la gente cuentan su historia.
Actúa como un editor: conecta, sorprende, gana
¿Quieres participar en el comercio minorista del mañana? Entonces tienes que pensar como un editor. Como lo hace un periódico o una revista: con planificación editorial, contenidos temáticos, campañas estacionales y, sobre todo, relevancia.
Un editor lo sabe: si pierde lectores, pierde su razón de ser. Lo mismo se aplica a los minoristas: sin compromiso, no hay ingresos. Esto exige sistemas que apoyen la agilidad creativa y comercial, y que traduzcan los datos de los clientes en campañas, contenidos y conversiones.
La tienda del mañana es un lugar donde confluyen la inspiración, la información y la transacción. Una sala de exposición de productos, un escenario para historias, una plataforma para la interacción. Y esto se aplica no sólo físicamente, sino también digitalmente. Ya vendas champú, calcetines o teléfonos inteligentes, tu cliente quiere entender lo que significas para él. No sólo hoy, sino también mañana.
Conclusión: el nuevo minorista es un actor híbrido
Cualquiera que opere en el comercio minorista hoy como lo hacía hace diez años será irrelevante mañana. La vieja estructura -departamentos separados para marketing, ventas e informática- ya no funciona. Todo está interconectado: la estrategia de marca, los datos de los clientes, la experiencia de compra, los contenidos, la tecnología. El futuro del comercio minorista está en la conexión. Entre emoción y rendimiento. Entre creatividad y comercio. Entre la marca y la persona.
Así que, querido minorista: piensa como una marca, porque tu cliente busca un significado. Actúe como un minorista, porque la rapidez y la fiabilidad siguen siendo cruciales. Pero, sobre todo, trabaja como un editor, porque los mejores minoristas del mañana son narradores que conocen y llegan a su público. Crean una «conexión con el corazón»
¿Quiere saber más? Contrate al galardonado autor Jorg Snoeck, conocido como el «Capitán del comercio minorista», como ponente principal para su próximo evento.