La próxima generación de inteligencia artificial no sólo dará respuestas, sino que también realizará tareas de forma autónoma. la «IA agéntica» -la IA autónoma y específica- promete revolucionar el panorama del comercio minorista. Pero, ¿está preparado el sector?
De reactiva a proactiva
Hasta ahora, los minoristas han utilizado la IA principalmente como asistente inteligente: los chatbots respondían a las preguntas de los clientes, los algoritmos hacían recomendaciones de productos y los modelos predictivos optimizaban la gestión del inventario. Pero con la aparición de la IA «agéntica», el paradigma está cambiando radicalmente. Estos sistemas pueden establecer objetivos, planificar pasos y ejecutar acciones de forma autónoma, sin intervención humana constante.
En lugar de limitarse a señalar tendencias, un agente de IA puede, por ejemplo, establecer automáticamente campañas de marketing, ajustar los precios de los productos en función de los datos de la competencia en tiempo real o rediseñar rutas logísticas para evitar retrasos. «Estos sistemas ya no son herramientas. Se están convirtiendo en colaboradores autónomos», afirma Jorg Snoeck, fundador de RetailDetail.
De happy few a estándar
En el comercio minorista, las posibilidades son especialmente variadas: «Casi todos los procesos clave del comercio minorista serán gestionados por algoritmos«, advierten los analistas de Bain & Company en su nuevo informe El futuro del comercio minorista. Lo que antes estaba reservado a una «élite» se está volviendo accesible al gran público, y algunos actores pierden de repente su ventaja única.
- Automatización de la gestión de categorías: la IA agéntica puede proponer y aplicar de forma autónoma ajustes de surtido basados en datos de ventas locales y previsiones meteorológicas.
- Atención al cliente hiperpersonalizada: ¿por qué no ofrecer a los clientes un agente de IA que les ayude activamente, recuerde sus preferencias y les haga sugerencias de forma proactiva? De aquí a 2035, se espera que nada menos que el 30% de las compras de los consumidores se realicen a través de agentes de IA.
- Optimización de la cadena logística y desuministro : La IA puede filtrar continuamente los datos de los proveedores, evaluar los riesgos y proponer alternativas, incluso en caso de perturbaciones geopolíticas.
- Algunos pioneros tecnológicos ya están experimentando con agentes autónomos de IA en programas de fidelización , precios dinámicos o incluso robots en las tiendas que controlan de forma autónoma el inventario.
Promesas y preocupaciones
Sin embargo, la IA agéntica también plantea interrogantes. ¿Cómo garantizar el control y la transparencia de un sistema que toma sus propias decisiones? ¿Cómo puede evitarse la parcialidad o las acciones erróneas cuando la IA actúa de forma autónoma? ¿Y qué ocurre con la regulación, la protección de datos y la ética?
Por lo tanto, los minoristas deben encontrar un equilibrio entre autonomía y supervisión. «El control humano y unos límites claros siguen siendo esenciales», explica Alex Kantrowitz, analista tecnológico de Big Technology. «La IA agenética debe operar dentro de un marco cuidadosamente definido, de lo contrario se crean riesgos en lugar de valor».
Los compradores hacen trampas de todos modos
Aunque la tecnología aún está en fase de desarrollo, los expertos ven la IA agéntica como un eslabón importante hacia modelos minoristas totalmente automatizados. En un mercado en el que la velocidad, la escala y la personalización marcan la diferencia, esta forma de IA puede ayudar a las empresas a operar de forma más rápida e inteligente.
Los próximos años serán decisivos: los que apuesten pronto por la IA agéntica y pongan en marcha mecanismos de control eficaces podrán forjarse una ventaja competitiva estructural. Los que no sigan el ejemplo, por el contrario, perderán márgenes y se quedarán atrás. Porque, como dice Bain, «los compradores te engañarán con la IA» de todos modos.