Luca de Meo, Director General de Renault, ha dimitido de su cargo para asumir la dirección del grupo de lujo Kering, cuyo máximo ejecutivo, François-Henri Pinault, deja el cargo.
Sorpresa
El pasado domingo, el fabricante de automóviles Renault anunció que Luca de Meo dejaba su cargo el 15 de julio «para asumir nuevos retos fuera de la industria del automóvil». Pronto se supo que ese reto está en el sector de la moda: el alto ejecutivo se marcha por sorpresa a Kering, el grupo de lujo detrás de marcas como Gucci, Balenciaga e Yves Saint Laurent. La semana pasada, la revista francesa Challenges informó de que el máximo ejecutivo de Kering, François-Henri Pinault, estaba trabajando en la separación de su doble función de presidente y consejero delegado y que ya había comenzado la búsqueda de un director general.
Kering atraviesa tiempos difíciles, sobre todo por los decepcionantes resultados de su marca insignia, Gucci. La desaceleración económica en China está jugando una mala pasada a la empresa. El grupo de lujo parece contar con que el máximo ejecutivo De Meo sea capaz de repetir el truco que ya realizó en Renault: sacó a la marca automovilística de los números rojos en los últimos cinco años y consiguió duplicar su valor bursátil.