Las empresas alimentarias y los minoristas prometen cumplir normas de marketing más estrictas: se está aumentando el límite de edad para las campañas dirigidas a los niños, al tiempo que se endurecen las normas sobre la publicidad cerca de las escuelas y en las redes sociales. Sin embargo, también se critica este tipo de autorregulación.
Normas más estrictas
La industria alimentaria belga promete poner fin a la publicidad directa de alimentos poco saludables dirigida a menores de 16 años (hasta ahora el límite era de 13 años) a partir del año que viene. Además, habrá un perímetro libre de publicidad de 150 metros alrededor de los centros de secundaria (ya existía para los de primaria) y también habrá directrices concretas para la publicidad en redes sociales y el uso de influencers. El Jurado de Prácticas Éticas en la Publicidad tramitará las posibles reclamaciones.
El «Compromiso belga», al que se han comprometido desde 2012 los minoristas, la industria alimentaria, los anunciantes y el Consejo de la Publicidad, llega a su quinta versión. El sector quiere seguir autorregulándose sobre la comercialización de alimentos dirigida a los niños y asegura que es importante «un diálogo continuo y constructivo, tanto con los expertos en nutrición y salud como con las autoridades competentes y los organismos consultivos».
«Una distracción»
A medida que aumenta el número de niños con sobrepeso u obesidad, el instituto de salud Sciensano advierte de que los niños belgas ven una media de tres mensajes publicitarios de alimentos poco saludables por hora. La autorregulación no funciona, subraya el instituto: «El código propuesto no es más que otro intento de evitar la regulación gubernamental«, declara la investigadora Stefanie Vandevijvere al diario belga De Standaard: «No es más que una distracción»
Vandevijvere señala que la Organización Mundial de la Salud, Unicef y el Consejo Superior de Sanidad abogan en realidad por un límite de edad de 18 años, porque los adolescentes son muy susceptibles a los mensajes publicitarios, ya que sus cerebros aún se están desarrollando. El marketing de marca -campañas que no muestran productos pero que refuerzan la imagen de marca de, por ejemplo, McDonald’s o Coca-Cola- también queda fuera de las normas. Países como Noruega y el Reino Unido sí imponen normas estrictas. El Ministro de Sanidad, Frank Vandenbroucke, no firmará el código.