A pesar del aumento de las ventas, la empresa belga de transformación de verduras Greenyard cerró su ejercicio con pérdidas netas, ya que los márgenes están bajo presión y los costes suben en un entorno macroeconómico incierto.
Pérdida neta
Las ventas de Greenyard aumentaron un 5,1%, hasta los 5.300 millones de euros, en su ejercicio quebrado 2024/25, ya que la empresa consiguió aumentar su volumen de ventas en el segmento de frescos. Sin embargo, el beneficio de explotación cayó, debido a los menores márgenes en el segmento de «frescos largos» (verduras enlatadas y congeladas). La empresa también tuvo que hacer frente a costes de reestructuración, mayores amortizaciones, impuestos y gastos financieros, lo que se tradujo en una pérdida neta de 2,9 millones de euros.
La empresa no espera grandes mejoras a corto plazo: teniendo en cuenta las condiciones macroeconómicas actuales y futuras, muy inciertas, Greenyard rebaja su previsión de beneficios. Sin embargo, eso no cambia la intención del fundador Hein Deprez de retirar la empresa de la bolsa a finales de este año, con la ayuda del fondo de inversión estadounidense Solum Partners.