Lululemon ha anunciado planes para abrir sus primeras tiendas belgas en Amberes y Bruselas este verano. La marca de yoga busca su expansión en Europa, ahora que la inseguridad frena su crecimiento en Estados Unidos.
Crecimiento europeo
La marca canadiense de ropa deportiva no quiere que su apertura en Bélgica este verano pase desapercibida: ha elegido ubicaciones en dos de las principales calles comerciales del país, Meir en Amberes y Guldenvlieslaan en Bruselas. La marca de yoga aspira a crecer en Europa, sobre todo ahora que se ve acosada por la incertidumbre y los aranceles a la importación en Estados Unidos, informa el diario belga De Tijd.
Mientras que la marca registra continuamente un crecimiento de dos dígitos entre 2003 y 2024, Lululemon «sólo» cuenta con un crecimiento del volumen de negocio del 5 al 7 % para este año. La marca espera que la expansión europea pueda crear espacio para un nuevo crecimiento. Sin embargo, está por ver cuánto puede aportar Bélgica a los resultados: Los clientes belgas ya pueden comprar la marca en Zalando, y Lululemon tiene tiendas físicas en las cercanas Ámsterdam, París y varias ciudades de Alemania.
¿Culto o secta?
Lululemon no es una marca deportiva cualquiera: con precios superiores a 100 euros, la marca puede clasificarse como premium. Un marketing intensivo ha conseguido posicionar la etiqueta como un auténtico símbolo de estatus tanto entre los millennials como entre la generación Z.
También tiene un enfoque muy fuerte en la experiencia de compra y una cultura de trabajo que es etiquetada por algunos (aunque principalmente exempleados descontentos) como sectaria. Esto ha dado lugar al apodo de «delulumon», por «delulu» (argot juvenil para «delirar» o engañarse a uno mismo deliberadamente).