Heineken ha sufrido un descenso de las ventas de cerveza y una caída del volumen de negocios en el primer trimestre de 2025. Mientras tanto, las negociaciones con los supermercados siguen siendo difíciles.
Menos ventas pese al crecimiento en Asia
El grupo holandés vendió 54,1 millones de hectolitros de cerveza el pasado trimestre, un 2,1% menos que el año pasado. Según Dolf van den Brink, CEO de Heineken, esto se debió en parte a efectos del calendario, como el retraso de las vacaciones de Semana Santa. Las ventas totales de Heineken en el primer trimestre ascendieron a 7.800 millones de euros, lo que representa un descenso orgánico del 0,3 %.
A nivel regional, el panorama fue desigual: los volúmenes europeos cayeron un 4,7%, mientras que en América el descenso fue del 3,7%. Por el contrario, Heineken registró un crecimiento del 1,3 % en África y Oriente Medio y + 2,3 % en Asia-Pacífico. Las ventas se vieron afectadas por las duras negociaciones de precios, la debilidad del consumo y los efectos desfavorables de los tipos de cambio. A pesar de ello, el beneficio neto aumentó un 0,9 %, hasta 6.500 millones de euros.
No obstante, Heineken mantiene sus previsiones, con el objetivo de aumentar orgánicamente el beneficio de explotación entre un 4 % y un 8 % para todo el año 2025. No obstante, la cervecera se mantiene alerta ante un entorno volátil, incluidos, por supuesto, los aranceles estadounidenses a la importación. Aunque Heineken produce localmente el 95 % de su cerveza, un tercio de su volumen neerlandés se destina a Estados Unidos.