La filial neerlandesa de la cadena de moda femenina Gerry Weber ha solicitado la suspensión de pagos, tras declararse insolvente su matriz alemana. El futuro de ambas empresas parece muy incierto.
Los problemas financieros se filtran
La sucursal holandesa de la cadena espera que la suspensión de pagos despeje el camino para un posible reinicio, informa el diario holandés FD. La sucursal cuenta actualmente con 38 tiendas, que permanecerán abiertas por el momento, ya que el administrador Marc van Zanten ya ve interés internacional por los establecimientos.
La medida se produce tras la tercera insolvencia en seis años de la matriz alemana Gerry Weber International. FashionUnited informa de que el tribunal alemán de Bielefeld también ha tramitado recientemente solicitudes similares de tres filiales: Gerry Weber DE (minorista), E-Gerry Weber Digital (comercio electrónico) y Life-Style Fashion (mayorista).
En 2019, una refinanciación fallida condujo a la primera declaración de quiebra importante. Desde entonces, se han sucedido varias reorganizaciones, con una recuperación siempre efímera. El foco de la cadena se desplazó a la venta al por mayor, a expensas de la red minorista. El año pasado se suprimieron numerosos puestos de trabajo en las divisiones alemana e internacional de la empresa. En 2023, la empresa seguía teniendo unas pérdidas de 35 millones de euros.