Guess consiguió aumentar su volumen de negocios un 7% en los últimos seis meses, pero la marca vio cómo sus beneficios se esfumaban por completo.
Salida a bolsa
La facturación ascendió a 1.420 millones de dólares (1.300 millones de euros), pero al mismo tiempo Guess vio cómo el beneficio de 2,4 millones de dólares del año pasado se convertía en una pérdida neta de 26,7 millones de dólares (24 millones de euros), frente al beneficio de 2,4 millones de dólares del año anterior. El consejero delegado, Carlos Alberini, se mostró «satisfecho» con las ventas de su empresa, que atribuyó al «impulso en Europa y al comercio minorista en América».