Ventas en caída libre, cifras de pérdidas crecientes y deuda fuera de control: el informe anual del fabricante de bicicletas Cowboy tiñe de rojo sangre. Aún no se ha cerrado un acuerdo con el grupo francés Rebirth como posible salvador.
Situación insostenible
Con un retraso considerable, el fabricante belga de «lo último en bicicletas eléctricas conectadas» ha presentado por fin su informe anual al Banco Nacional. Como era de esperar, no es una lectura edificante. La facturación cayó un 30%, hasta 21,7 millones de euros, frente a los más de 40 millones de 2022. Las pérdidas aumentaron de 19,4 a 21,2 millones de euros el año pasado. Esto significa que Cowboy está generando tantas pérdidas como ingresos. Desde su creación en 2017, las pérdidas acumuladas superan ya los 123 millones de euros. Los fondos propios, por su parte, están en números rojos por valor de 43 millones de euros, mientras que la deuda asciende a 56 millones de euros.