Los empleadosde Lidl bloquean los cinco almacenes belgas de la cadena de descuento debido a la carga de trabajo, que califican de «insoportable». Como consecuencia, el abastecimiento de las tiendas se ha paralizado por completo. Los sindicatos exigen un plan concreto para mejorar la situación, de lo contrario podrían producirse huelgas en las propias tiendas.
Elevada rotación de personal
Los cinco centros de distribución de Lidl en Bélgica (Genk, Gullegem, La Louvière, Marche-en-Famenne y Sint-Niklaas) han sido cerrados esta mañana, escribe el diario belga De Tijd. Estos bloqueos se producen tras largas quejas de los empleados por la carga de trabajo, que -según los sindicatos ACV Puls y CNE- se ha vuelto insoportable. Según los sindicatos, el problema se agrava por el hecho de que los ajustados horarios de trabajo y los estrictos objetivos de ventas provocan una elevada rotación de personal.
Los sindicatos exigen que el minorista presente un plan detallado para mejorar las condiciones de trabajo a más tardar el próximo martes. Si las propuestas no son suficientes, los sindicatos amenazan con huelgas más amplias en las propias tiendas. Lidl ha manifestado su decepción por el calendario de las acciones, sobre todo teniendo en cuenta que ya estaba prevista una reunión con los sindicatos ese mismo día.