Todo comenzó hace siete años en un camping en Francia. Hoy en día, Gimber opera en diecisiete países y es líder del mercado belga en el segmento de los aperitivos sin alcohol. Annabel Soenen, directora de ventas para Benelux y exportación, nos cuenta la historia del auge de una marca que combina sabor y salud.
Del salón al supermercado
«El producto surgió por casualidad», cuenta Annabel Soenen. «El fundador, Dimitri Oosterlynck, descubrió durante unas vacaciones que la bebida de jengibre es un ingrediente potente y lleno de energía. De vuelta en Bélgica, empezó a experimentar en su cocina, primero para su propio consumo como alternativa al alcohol. Pero pronto la gente empezó a venir expresamente a comprar una botella de Gimber».


