El minorista online holandés Crisp cerró 2023 con fuertes pérdidas, a pesar de un aumento significativo de las ventas. El minorista declaró que el año pasado logró un crecimiento de dos dígitos, y que este año aspira a ser rentable desde el punto de vista operativo.
Recorte de costes
En 2023, las ventas de Crisp aumentaron de 58 a 74 millones de euros, pero al mismo tiempo hubo una fuerte pérdida de 48 millones de euros. Eso es sólo ligeramente inferior a los 50 millones de un año antes, cita el sitio de noticias holandés Quote a partir de cifras que el minorista presentó a la Cámara de Comercio. Desde 2018, las pérdidas de Crisp han aumentado a casi 135 millones de euros. Mientras tanto, la compañía refinanció un préstamo de 23,9 millones de euros y «registró un crecimiento de dos dígitos durante 2024», dijo el CEO Tom Peeters sin entrar en más detalles. Las cifras oficiales del año pasado aún están pendientes.
Sin embargo, Peeters sí afirmó anteriormente que las ventas aumentarían en torno a un 25 % hasta los 90 millones de euros en 2024 y que el supermercado online era «rentable desde el punto de vista operativo» en Holanda por primera vez, en parte gracias a un recorte de costes del 15 %. En su sede de Ámsterdam, se suprimió uno de cada diez puestos de trabajo y se racionalizó la logística, con el cierre del centro de distribución belga de Bornem. En Bélgica, el minorista aspira a ser rentable este año.