Just Eat Takeaway.com redujo a la mitad su pérdida neta en el primer semestre de 2025. Un resultado notable, dado el descenso simultáneo del número de pedidos y una contracción de los ingresos del 2%. Antes de la adquisición por Prosus, el servicio de reparto de comidas redujo considerablemente sus costes.
1600 empleos suprimidos
Las pérdidas de las operaciones continuadas de Just Eat Takeaway se redujeron a la mitad, hasta 90 millones de euros, frente a las pérdidas de 203 millones de euros del mismo periodo del año anterior. No obstante, el número de pedidos disminuyó un 7%, con un descenso del 4% en Europa continental y un 5% menos en el Reino Unido e Irlanda. Fuera de estas regiones, el volumen de pedidos cayó incluso un 17%. Los ingresos totales disminuyeron de 1.770 millones a 1.750 millones de euros, a pesar del aumento de los precios de las comidas.
El hecho de que el EBITDA ajustado siguiera aumentando un 4% hasta alcanzar los 147 millones de euros se debe en gran medida a los importantes ahorros de costes. Han desaparecido unos 1.600 puestos de trabajo, lo que representa el 15% de la plantilla total, excluidos los repartidores. En el Reino Unido e Irlanda, Just Eat Takeaway también ha pasado a un modelo de reparto único.
Más tiempo para la adquisición
En Europa continental, sin embargo, los costes han aumentado, ya que la empresa ha invertido en logística y marketing. El Consejero Delegado, Jitse Groen, califica estos gastos de esenciales: «Vemos un buen progreso en la expansión de nuestra red de entrega y hemos intensificado nuestros esfuerzos de marketing, que creemos son inversiones necesarias para apoyar el crecimiento futuro.»
Mientras tanto, se mantiene la propuesta de adquisición del inversor Prosus. El plazo para la oferta de 4.100 millones de euros se ha ampliado hasta el 1 de octubre, lo que también da tiempo a la investigación de competencia de la Comisión Europea. La única aprobación pendiente se espera para el 11 de agosto.