El proyecto de adquisición de Kellanova por el gigante de las golosinas Mars se enfrenta de nuevo a problemas: la Comisión Europea ha suspendido su investigación, lo que hace incierta una aprobación definitiva antes de octubre.
Falta información crucial
La empresa familiar estadounidense Mars quiere adquirir el fabricante de aperitivos Kellanova, que cotiza en bolsa y es conocido por marcas populares como Pringles, Cheez-It y Pop-Tarts, por casi 36.000 millones de dólares (32.000 millones de euros). Será la mayor operación de adquisición de los últimos diez años en el sector alimentario. Sin embargo, el acuerdo aún no está cerrado.
Las autoridades antimonopolio estadounidenses ya dieron luz verde a la fusión en junio, pero en Europa sigue preocupando el impacto en la competencia y los precios al consumo. Desde el 25 de junio se está llevando a cabo una investigación exhaustiva en la UE sobre el posible poder de mercado que Mars ganaría tras la adquisición. Esta investigación corre el riesgo de sufrir retrasos: según la Comisión Europea, falta información crucial para completar el análisis.
«La investigación sobre fusiones puede suspenderse si las partes no facilitan a tiempo información importante solicitada. Una vez que se reciben estos datos que faltan, el reloj empieza a correr de nuevo, y el plazo de decisión legal se reinicia», dijo un portavoz a Reuters. No está claro qué información debe facilitar Mars.
«Decepcionados pero optimistas»
En cualquier caso, el plazo del 31 de octubre también se ha suspendido, sin perspectivas de una nueva fecha, hasta que Mars entregue toda la documentación solicitada. Mars ha indicado que sigue decepcionada pero optimista sobre un resultado positivo y subraya que seguirá cooperando plenamente con la investigación.
Esta investigación se centra en el mayor poder de negociación de Mars en comparación con los minoristas europeos. Existe la preocupación de que Mars, a través de la integración de las potentes marcas de Kellanova, pueda exigir precios más altos, lo que en última instancia podría afectar a los consumidores. Varios minoristas del Espacio Económico Europeo(la UE más Islandia, Noruega y Liechtenstein) han manifestado su preocupación al respecto.