La empresa belga de transformación de patatas Lutosa invierte 225 millones de euros en la ampliación de su fábrica de Waregem. La capacidad de producción anual de la planta se duplicará con creces, hasta alcanzar las 335.000 toneladas.
La quinta parte del mercado mundial de la patata
La filial del gigante canadiense McCain señaló que la ampliación estará operativa en septiembre de 2026 y espera que la capacidad adicional esté plenamente utilizada en 2027. La ampliación incluye una nueva línea de producción de patatas fritas congeladas, una estación de clasificación ampliada, más espacio de oficinas y una planta de purificación de agua que reutiliza el 85 % del agua usada. También supondría la creación de un centenar de nuevos puestos de trabajo.
La capacidad del centro de Waregem pasaría de 145.000 a 335.000 toneladas, sin necesidad de ampliar significativamente las instalaciones, según declaró el Director General Alain Dufait al diario belga De Tijd. Sin embargo, sería necesario duplicar el número de agricultores proveedores, lo que intensificaría aún más la competencia en Flandes Occidental. Actualmente, el 90 % de las patatas proceden de un radio de cincuenta kilómetros alrededor de la fábrica. Dufait señala la importancia de las buenas relaciones con los agricultores locales y ve oportunidades de crecimiento en el sur de Bélgica y el norte de Francia.
El mercado mundial de productos derivados de la patata crece una media del 3% anual, impulsado por la creciente clase media y la popularidad de los hábitos alimentarios occidentales en regiones como el sudeste asiático. Aproximadamente el 20 % de los 15,5 millones de toneladas de patatas fritas congeladas que se consumen en el mundo proceden de Bélgica, y una empresa como Lutosa exporta el 95 % de su producción a 140 países. En 2023, la empresa alcanzó una facturación de 650 millones de euros y un beneficio de explotación de 126 millones de euros, mientras que su competidor local Clarebout va camino de los dos mil millones de euros de facturación.