La Asociación Alemana de Consumidores lleva a Mondelez a los tribunales por el embalaje engañoso del chocolate Milka: el contenido se reduce casi imperceptiblemente mientras los precios suben.
Un milímetro más delgado
Recientemente se ha reducido el tamaño de varias tabletas de chocolate Milka de 100 a 90 gramos, sin mucha publicidad. El cambio apenas es perceptible para los consumidores, según el organismo alemán de defensa del consumidor: el envase y el diseño siguen siendo idénticos, mientras que la tableta en sí es un milímetro más fina. Poco antes, los precios de venta al público habían aumentado considerablemente.
Por ello, la Asociación de Consumidores de Hamburgo ha denunciado al fabricante Mondelez ante el tribunal de Bremen por competencia desleal y envasado engañoso. «Muchos consumidores llevan años comprando chocolate Milka en el envase habitual y suponen que el contenido no ha cambiado«, afirma Armin Valet, nutricionista de la asociación de consumidores. «Pero se les está engañando, porque algunas variedades ahora sólo contienen 90 gramos por el mismo precio o incluso uno más alto»
«Aumento de precio necesario»
El nuevo peso figura correctamente en el envase, pero en letra pequeña. Además, a menudo el peso queda tapado por las cajas exteriores en los estantes de los supermercados. Por estas razones, la rama alemana de Foodwatch ya había concedido a Mondelez el «Goldene Windbeutel» a principios de este año. No obstante, el fabricante subraya que el nuevo peso de cada barra se indica claramente en el envase del producto y que el cambio también se anunció en las redes sociales, con un resumen de todas las barras, variedades y pesos. El aumento de precio es necesario porque los precios del cacao casi se han triplicado en los últimos doce meses, afirma la empresa.
Por cierto, la Asociación de Consumidores no sólo ha demandado al fabricante, sino que también exige al Gobierno federal una normativa vinculante para la reducción del contenido de los envases: los fabricantes deben estar obligados a mostrar una advertencia durante al menos seis meses. Además, el tamaño del envase debe reducirse a medida que disminuye el contenido.