Los vientos en contra de la economía, el aumento de los costes y la incertidumbre sobre la posibilidad de una guerra arancelaria hacen que PepsiCo se muestre muy prudente para el resto del año, tras una caída de la facturación y el beneficio en el primer trimestre.
Vulnerable
La facturación de la multinacional cayó un 1,8 % hasta los 17.900 millones de dólares (16.000 millones de euros) en el primer trimestre, mientras que el beneficio neto pasó de más de 2.000 millones de dólares a poco más de 1.800 millones. Los consumidores se muestran cautos en estos tiempos de incertidumbre económica, afirma el productor de aperitivos y bebidas. La empresa prevé un aumento de los costes de abastecimiento como consecuencia del volátil e incierto contexto comercial.
PepsiCo se encuentra en una posición vulnerable con la introducción de los aranceles de importación de Trump. El grupo produce casi todos los concentrados para sus refrescos en Irlanda, para los que ahora se aplica un arancel del 10 % a las importaciones a Estados Unidos. Además, los refrescos en lata se ven afectados por un arancel del 25 % a la importación de aluminio. La multinacional también produce galletas y aperitivos en dos fábricas de México.
Alemania dio, por fin, una buena noticia al fabricante de Pepsi, Lays, Doritos y Quaker: tras una disputa de precios con las alianzas de compra Epic y Everest, que se prolongó durante dos años y medio, los productos vuelven a las estanterías del líder del mercado alemán Edeka, informa Lebensmittel Zeitung.