Heineken está llevando a cabo una profunda reestructuración: la cervecera holandesa quiere racionalizar la organización y, por ello, suprimirá 400 puestos de trabajo en su sede central de Ámsterdam.
«Acentuar el enfoque»
El año que viene se suprimirán 400 de los aproximadamente 1750 puestos de trabajo de la sede internacional de Heineken: algunos puestos desaparecerán y otros se trasladarán al extranjero. Así lo ha anunciado el grupo cervecero este martes en un comunicado de prensa. El año pasado ya se suprimieron 200 puestos de trabajo en la sede central. La reorganización forma parte del programa de reestructuración «Evergreen 2030», anunciado anteriormente por el director ejecutivo Dolf van den Brink.
«Reconocemos que estos cambios tienen un impacto en nuestra gente y nos comprometemos a acompañarlos con cuidado y respeto», declara. Según sus propias declaraciones, la cervecera quiere acelerar la transformación digital y afinar su enfoque en el mercado. «Con una organización más fuerte, simplificada y ágil, estamos bien posicionados para aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento e innovación».
Heineken tuvo un primer semestre decepcionante, con una caída en las ventas de cerveza, especialmente en Europa. Las difíciles negociaciones con los minoristas influyeron en ello. Por ejemplo, la marca no estuvo disponible durante meses en las tiendas de Jumbo. La cervecera perdió un juicio contra la cadena de supermercados, pero el conflicto ya se ha resuelto.