Con el lanzamiento de la SnackBox, un nuevo envase de cartón para patatas fritas y aperitivos, PepsiCo afirma que quiere ser más sostenible. Sin embargo, las organizaciones de consumidores acusan al fabricante de «lavado verde» y «retractilado», y los minoristas se niegan a seguirle el juego.
Mucho más caro
PepsiCo acaba de lanzar en los supermercados holandeses la SnackBox, un envase rectangular de cartón resellable para los aperitivos de las marcas Lay’s y Doritos. El fabricante afirma que el nuevo envase es fácil de compartir («cabe la mano»), cómodo para llevar y fácil de reciclar. Sin embargo, pronto se armó un revuelo en las redes sociales porque los aperitivos en el nuevo envase son significativamente más caros.
Según la organización de consumidores Foodwatch, las patatas fritas Lay’s Max cuestan 19,12 euros por kilo en una SnackBox, frente a los 10,87 euros por kilo en la bolsa familiar. Sin embargo, esa diferencia de precio no resulta evidente a primera vista para los compradores, ya que las cajas contienen menos cantidad que las bolsas: «Esto no huele a retractilado, es retractilado», afirma la organización. La gente también se pregunta si las cajas son realmente más ecológicas que las bolsas habituales.
Las bolsas no desaparecen
PepsiCo justifica el precio más alto alegando que el producto ha mejorado: se mantiene fresco durante más tiempo después de abrirlo y el envase es más resistente y silencioso, según ha declarado la empresa a la cadena de noticias holandesa NOS. La empresa también subraya que las conocidas bolsas no desaparecerán y permanecerán en las estanterías junto a la SnackBox.
La polémica también se ha extendido a Bélgica, donde el nuevo envase ya está disponible en Albert Heijn. Mientras exista esta gran diferencia de precio, no estarán en nuestras estanterías«, ha declarado Hanne Poppe, portavoz de Colruyt, a Het Nieuwsblad. «Hemos decidido no introducir esta gama debido al precio», ha confirmado también Karima Ghozzi, de Delhaize.