Kimberly-Clark logró en el segundo trimestre de este año su mayor crecimiento orgánico de volumen en cinco años. El fabricante de marcas como Kleenex y Huggies se benefició de precios más bajos y de una gama de productos ajustada.
Flexibilidad
En abril, mayo y junio, las ventas orgánicas de Kimberly-Clark crecieron un 3,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El número de productos vendidos aumentó un 5 %. Al mismo tiempo, los precios fueron de media un 1,2% más bajos que el año pasado, una decisión estratégica dirigida a atraer a consumidores de distintos grupos de renta.
El Consejero Delegado, Mike Hsu, afirma que este planteamiento subraya la importancia de la flexibilidad: «En este difícil entorno de consumo, creemos que es importante ir al encuentro de los consumidores allí donde nos necesiten. Hemos ajustado algunos precios de entrada y, lo que es más importante, estamos incorporando características de nuestras ofertas de gama alta a nuestras ofertas de valor» La empresa se centra en ofertas tanto para clientes sensibles al precio como para clientes exigentes, con el objetivo de competir con empresas como Procter & Gamble.
Aranceles de importación
Kimberly Clark también se muestra más optimista sobre los costes adicionales que supondrán los nuevos aranceles de Estados Unidos a la importación de productos chinos: ahora se estiman en unos 170 millones de dólares (150 millones de euros), mientras que la empresa había previsto casi el doble en abril.
En junio, Kimberly-Clark llegó a un acuerdo para vender una participación del 51% en sus operaciones internacionales de papel tisú a la empresa brasileña Suzano por 3.400 millones de dólares (3.100 millones de euros). Con esta operación, la empresa pretende controlar costes y centrarse más en marcas rentables en el mercado estadounidense.