L’Oréal está preocupada por el nuevo acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos. El gigante de la cosmética quiere asegurarse una exención arancelaria, después de que sus resultados en el primer semestre no cumplieran las expectativas.
Recuperación en Estados Unidos
El nuevo arancel del 15% sobre los cosméticos enviados de Europa a EE.UU. supone una mala noticia para L’Oréal: si no se concede una exención, el propietario de marcas como Lancôme y Maybelline no descarta subidas de precios. En la actualidad, alrededor del 30% de su volumen de ventas en EE.UU. se importa de Europa.
La subida de precios llegaría en un momento inoportuno, ya que la recuperación en EE.UU. compensó parcialmente el menor crecimiento en Europa y los decepcionantes resultados en Asia el trimestre pasado. De hecho, los resultados del segundo trimestre no cumplieron las expectativas de los analistas. Los ingresos ascendieron a 10.740 millones de euros, un 2,4% más en términos comparables.
Crecimiento a pesar de la presión geopolítica
En el conjunto del primer semestre, la cifra de negocios pasó de 22.120 a 22.470 millones de euros, pero el beneficio disminuyó de 3.650 a 3.370 millones de euros. El margen de explotación, en cambio, mejoró 30 puntos básicos, hasta el 21,1%. También hubo un fuerte crecimiento en los mercados emergentes. En China, las ventas del primer trimestre se desplomaron, pero L’Oréal logró un crecimiento del 3 % en el segundo trimestre.
L’Oréal sigue siendo optimista sobre las perspectivas del mercado mundial de la belleza. «Seguiremos obteniendo mejores resultados que el mercado, que se espera que siga creciendo, a pesar de los actuales vientos en contra económicos y geopolíticos», declaró la empresa. El grupo ha ampliado recientemente su cartera de marcas con las adquisiciones de Medik8, una marca británica de cuidado de la piel, y la marca estadounidense de cuidado del cabello Color Wow.