La cadena británica de cosméticos Lush cerró ayer todas sus tiendas, página web y fábricas en el Reino Unido. Hoy es el turno de Irlanda. Los escaparates de las tiendas muestran el mensaje: «Dejad de matar de hambre a Gaza: cerramos en solidaridad».
Un día de cierre
Con esta acción simbólica, la cadena de cosméticos pretende concienciar sobre la dramática situación de Gaza. La empresa reconoce que la medida está causando malestar a algunos clientes, pero quiere hacer más fuertes los llamamientos a favor de la ayuda humanitaria. El cierre supone también un día sin ventas de la empresa y sin pago de impuestos en el Reino Unido. La empresa afirma que no ha tomado la decisión a la ligera y cree que las empresas deben utilizar su plataforma para poner de relieve cuestiones humanitarias urgentes.
Lush también vuelve a lanzar su jabón Watermelon Slice, que ya alcanzó un récord de ventas. La recaudación se destinará a ayuda médica en Gaza, incluidas organizaciones benéficas que se preparan para proporcionar prótesis a adultos y niños heridos en el conflicto.
Llamamiento al Gobierno
Según la empresa, esta acción refleja la preocupación de los clientes por la situación actual. Con el cierre, Lush también quiere enviar un mensaje claro a los responsables políticos: tomen medidas más contundentes para poner fin a la violencia y dejen de vender armas a Israel.
Lush opera en más de 50 países y espera que se produzcan movimientos similares en otros mercados. Sin embargo, la cadena consideró importante hacer oír su voz primero en el Reino Unido, país en el que Lush se fundó en 1995. La cadena es conocida por sus productos de baño y corporales hechos a mano y su énfasis en las prácticas empresariales éticas.