Los consumidores europeos gastan cada vez más dinero en artículos de segunda mano. La ropa, en particular, está ganando popularidad: en casi todos los grandes mercados, la moda encabeza la lista, muy por delante de los aparatos electrónicos y los productos para el hogar.
Aumento del gasto
El mercado en línea de productos usados y devueltos en Europa (o al menos en los cinco países encuestados) representó 21.600 millones de euros el año pasado. Los alemanes gastaron más de 6.500 millones en artículos de segunda mano. De esa cantidad, el 52 % se gastó en ropa, le siguieron a cierta distancia los pequeños electrodomésticos (39 %) y los smartphones/tablets (35 %). Francia fue el segundo mercado más importante, con 5.800 millones en artículos de segunda mano, por delante del Reino Unido (5.000 millones), Italia (2.400 millones) y España (1.800 millones).
Esto permitió a los clientes de estos países ahorrar unos 37.700 millones de euros en los últimos cinco años y mantuvo en circulación más de 740 millones de productos el año pasado. Las cifras proceden del «Second Chance Impact Report», un estudio del Centre for Economics and Business Research (CEBR) encargado por Amazon. Según el gigante del comercio electrónico, la creciente demanda de artículos de segunda mano por parte de los clientes se tradujo en unas ventas de más de dos billones de euros el año pasado, un 9 % más que en 2023.
Cambio de prioridades
La encuesta muestra que el 85 % de los menores de 35 años de los cinco países analizados compran artículos de segunda mano en Internet, con porcentajes especialmente elevados en Francia (91 %) y España (89 %). Entre los mayores de 55 años, el porcentaje es sólo del 52 %. Más de un tercio (34 %) de los consumidores europeos ya no cree que lo nuevo sea mejor que lo de segunda mano. En su lugar, las prioridades se desplazan hacia la practicidad, la asequibilidad y la responsabilidad medioambiental. Una cuarta parte de las compras de segunda mano no se habrían producido sin la opción de segunda mano.
La sostenibilidad parece animar a los clientes a elegir el usado con más frecuencia: el 43 % califica la compra de segunda mano de «sensata» y «respetuosa con el medio ambiente». Otro 41 % aprecia que la compra de segunda mano ahorra residuos y alarga la vida de los productos.
Eliminar barreras
Aunque el mercado online de segunda mano superará los 23.800 millones en 2025, la concienciación de los consumidores sigue estando por detrás del comportamiento real de compra, según el informe. Para lograr un mayor crecimiento, los minoristas aún tienen que eliminar las barreras existentes, como la preocupación por el estado del producto y la percepción de falta de garantías.
La ropa de segunda mano funciona tan bien precisamente porque las fotos permiten hacerse una idea de la calidad y el estado de las prendas. Los electrodomésticos técnicos son menos populares en el mercado de segunda mano porque su funcionalidad es difícil de evaluar de antemano. Los consumidores también afirman que compran principalmente a minoristas de confianza y prestan mucha atención a descripciones claras de los productos.