China sigue siendo la mayor fuente de mercancías problemáticas en la frontera europea. El número de productos procedentes del país que fueron detenidos y finalmente rechazados en 2024 se disparó en comparación con 2022. La UE pide a los Estados miembros que aumenten aún más sus controles.
China muy por delante, EE.UU. y Reino Unido a gran distancia
Los minoristas europeos llevan tiempo quejándose de la afluencia de productos baratos, inseguros y no conformes procedentes de China, y un nuevo informe de la Comisión Europea confirma el problema. El número de artículos rechazados procedentes de China aumentó casi un 180% en 2024, hasta 48.139 piezas. Esto sitúa al país muy a la cabeza. Le siguen Estados Unidos, con 3.247 rechazos, y Reino Unido, con 2.120. La diferencia es significativa.
Los servicios aduaneros de la UE comprueban si los productos importados cumplen las normas de seguridad y medio ambiente. Los envíos sospechosos se retienen temporalmente para su investigación. Más del 80% de los productos seleccionados para inspección proceden de China. En total, las autoridades intervinieron casi 400.000 veces el año pasado, con controles de documentos, inspecciones físicas o pruebas de laboratorio. Tras la inspección, se autorizó la entrada en la UE del 36% de las mercancías. Alrededor del 16% -casi 65.000 artículos- fueron finalmente rechazados tras una nueva evaluación. Los productos sanitarios son los más rechazados, seguidos de la decoración del hogar y la electrónica.
La Comisión Europea subraya que los Estados miembros aún deben intensificar sus controles. Sólo se controló el 0,0082% de todos los productos importados, lo que equivale a 82 productos por cada millón de paquetes. Además, las prácticas de rechazo varían considerablemente de un Estado miembro a otro.