Una investigación de la Comisión Europea ha detectado importantes deficiencias en el funcionamiento de las tiendas web de segunda mano. Se ha descubierto que más de la mitad de los vendedores en línea investigados «infringen potencialmente la legislación de la UE en materia de consumo» de diversas maneras.
Medidas a gran escala
Un barrido a gran escala en 27 países (toda la Unión Europea menos Croacia y los Países Bajos, pero incluyendo Islandia y Noruega) examinó a 356 comerciantes en línea, centrándose en ropa, electrónica, juguetes y artículos de diseño de interiores. De esos 356, 185 (el 52 %) fueron objeto de nuevas investigaciones. Algunas de las principales infracciones fueron
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el 40 % no informaba a los consumidores de su derecho de desistimiento de forma clara, como el derecho a devolver el producto en un plazo de 14 días sin justificación ni coste alguno
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el 45 % no informó correctamente a los consumidores de su derecho a devolver productos defectuosos o que no parecían o no funcionaban como se anunciaban
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el 57 % no respetó el plazo mínimo de un año de garantía legal para los bienes de segunda mano
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el 20 % de los comerciantes que presentaban alegaciones medioambientales en su sitio web no las justificaban suficientemente; el 28 % eran incluso manifiestamente falsas, engañosas o susceptibles de ser calificadas de prácticas comerciales desleales
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el 5 % no indicaba correctamente su identidad
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el 8 % no indicaba el precio total del producto, impuestos incluidos
Las autoridades nacionales de consumo determinarán ahora si se toman medidas contra las empresas infractoras. Las medidas pueden ir desde advertencias hasta multas y acciones legales.
Nuevas normas más estrictas
La UE está endureciendo aún más la normativa de protección del consumidor: la directiva «Capacitar a los consumidores para la transición ecológica», que pronto aplicarán los Estados miembros, deberá garantizar que los consumidores reciban mejor información sobre la sostenibilidad y reparabilidad de los productos. Esta directiva también adoptará medidas más estrictas contra el lavado verde y la obsolescencia programada de los productos.
«Los productos de segunda mano desempeñan un papel crucial en una economía circular. Es importante que todos los comerciantes, incluidos los de productos de segunda mano, respeten los derechos de los consumidores. Los resultados de nuestro reciente barrido indican que esto no siempre ocurre. Insto a todos los comerciantes afectados a que garanticen que sus prácticas se ajustan plenamente a la legislación de la UE en materia de consumo», añade Michael McGrath, Comisario de Democracia, Justicia, Estado de Derecho y Protección de los Consumidores.