Clarks planea suprimir más de 1.200 puestos de trabajo tras tener que admitir una caída significativa de sus ingresos. La marca británica de calzado perdió casi 100 millones de libras en ingresos el año pasado y siguió sin ser rentable.
«Año de transición»
Clarks registró unos ingresos de 901,3 millones de libras (algo más de mil millones de euros) en el ejercicio fiscal que finaliza en 2024, casi 100 millones de libras menos que en 2023. Las pérdidas antes de impuestos se mantuvieron al nivel del año pasado, en torno a 39 millones de libras (45 millones de euros).
En un comunicado, el consejo describió 2024 como un «año de transición». Los resultados de la empresa se atribuyen a una combinación de incertidumbre macroeconómica mundial, conflictos geopolíticos en curso y persistentes presiones inflacionistas. La empresa pretende ahora una «optimización» de sus operaciones, reduciendo su plantilla de 7.413 a 6.161 empleados.
Clarks cuenta con una dirección interina desde mayo de 2024, tras la destitución del anterior consejero delegado, Jon Ram. No obstante, la marca ha desarrollado una nueva estrategia, que pretende no sólo recortar costes, sino también reposicionar el enfoque de marketing, reorganizar la gama de productos y restablecer los beneficios de aquí a finales de año. El año pasado, los almacenes neerlandeses Clarks quebraron, pero el distribuidor GAB se hizo cargo de las operaciones.