Gianfranco D’Attis, CEO de Prada, dejará su cargo a finales de este mes. Se dice que la salida es de «mutuo acuerdo». Andrea Guerra, director general del Grupo Prada, asumirá temporalmente el cargo de CEO de la marca.
Fricciones estratégicas
La marcha de D’Attis se atribuye a diferencias estratégicas, según la revista especializada Women’s Wear Daily (WWD). Prada representó el 68% de los ingresos del Grupo Prada en el primer trimestre, pero registró un ligero descenso de las ventas. En cambio, la marca hermana Miu Miu experimentó un fuerte crecimiento del 60%.
Sin embargo, el momento del anuncio es digno de mención: se produjo pocas horas después del desfile de Prada en la Semana de la Moda Masculina de Milán. D’Attis, que sólo era CEO desde principios de 2023, estaba considerado una figura importante en el reposicionamiento estratégico de la marca. Anteriormente ocupó altos cargos en Dior y Jaeger-LeCoultre. Andrea Guerra, responsable del Grupo Prada, asumirá temporalmente las responsabilidades de D’Attis.
A principios de abril, el Grupo Prada anunció la adquisición de Versace a la estadounidense Capri Holdings por 1.250 millones de euros. Prada manifestó su apoyo a la fusión, cuyo objetivo es crear una empresa que pueda llegar a competir con pesos pesados como LVMH y Kering.
Sillas musicales en el lujo
La marcha de D’Attis se inscribe en un juego más amplio de sillas musicales en el sector de la moda de lujo, donde los directores ejecutivos y los directores creativos se suceden rápidamente. Por ejemplo, Kering, la empresa matriz de Gucci, nombró recientemente a Luca de Meo, Director General de Renault, en sustitución de François-Henri Pinault.
Dior, filial de LVMH, nombró a Jonathan Anderson director de moda masculina, femenina y alta costura. También ha habido cambios recientes en Chanel, Versace, Valentino y Celine.