Kering se impone una dieta estricta. En un memorándum interno, el director ejecutivo Luca de Meo esboza una estrategia en la que el grupo cerrará tiendas, reposicionará marcas y agrupará costes.
Menos Gucci, más diversificación
«Seguiremos siendo modestos», escribe De Meo en el memorándum, al que ha tenido acceso Reuters, aunque al mismo tiempo aspira a convertirse en «el indiscutible rival en el sector del lujo» en un plazo de cinco a diez años. De Meo quiere acabar con lo que él denomina una «dependencia excesiva» de Gucci. La marca insignia se enfrenta a una caída de dos dígitos en sus ventas, mientras que las adquisiciones del pasado aumentan la deuda.


