Nike sigue teniendo dificultades en el mercado chino, mientras que el fabricante de zapatillas deportivas avanza con cautela en otros lugares. Según los analistas, la recuperación de la marca avanza «dos pasos adelante y uno atrás».
El regreso «no es lineal»
En el trimestre que finalizó el 30 de noviembre, las ventas mundiales aumentaron un 1 % hasta alcanzar los 12 400 millones de dólares (11 400 millones de euros). Este nivel sigue estando unos 1000 millones de dólares (920 millones de euros) por debajo de las ventas de hace dos años. La presión sobre la rentabilidad también sigue siendo alta: el margen bruto descendió 3 puntos porcentuales hasta situarse en el 40,6 %. Nike lo atribuye principalmente al aumento de los aranceles de importación en Norteamérica, que, según la empresa, le cuestan 1500 millones de dólares al año. El beneficio neto cayó un 32 % en el trimestre.


