Burberry ha anunciado su intención de suprimir 1.700 puestos de trabajo en su sede central y en su fábrica de gabardinas. No se prevé el cierre de tiendas, ya que la marca de lujo afirma que está experimentando un repunte de las ventas.
Se suprime el turno de noche
En los próximos dos años, Burberry recortará casi una quinta parte de su plantilla de 9.300 personas en todo el mundo. Esta medida debería suponer para la marca de moda un ahorro adicional de sesenta millones de libras (setenta millones de euros), además de los cuarenta millones de libras (cincuenta millones de euros) de reducción de costes que ya anunció el pasado mes de noviembre.
Una de las medidas es la supresión del turno de noche en la fábrica de Castleford (Inglaterra), donde se confeccionan los trench coats de la marca: «Durante mucho tiempo hemos tenido un exceso de capacidad en esa instalación y eso simplemente no es sostenible en este momento», explica el CEO Joshua Schulman. Inmediatamente añade que la fábrica no se cerrará. «Estamos haciendo este cambio para salvaguardar nuestra fabricación en el Reino Unido y haremos una inversión significativa en la renovación de la fábrica victoriana.»
Señales de mejora
Burberry anunció el nuevo plan de reestructuración el miércoles, al mismo tiempo que sus resultados anuales. La marca de lujo vio caer sus ventas un 15%, hasta menos de 2.500 millones de libras (2.900 millones de euros). La pérdida neta ascendió a 75 millones de libras (89 millones de euros). La marca está sintiendo el impacto de la presión general sobre el mercado del lujo, pero espera que su plan de recuperación «Burberry Forward» ayude a la empresa a volver a ponerse en pie.
Además de reducir costes, Schulman quiere recuperar a los clientes que aprecian el estilo británico de la marca, centrándose más en sus puntos fuertes tradicionales, como las gabardinas y los pañuelos. Ya hay indicios de mejora: en el cuarto trimestre del último ejercicio, las ventas superaron las expectativas.