La empresa de lencería Van de Velde, conocida por marcas como PrimaDonna y Marie Jo, ha registrado un descenso de los beneficios y las ventas en el primer semestre de 2025. Sin embargo, la diferencia entre los canales es notable.
Menos bañadores, más D2C
Las ventas comparables ascendieron a 112,1 millones de euros, un 3,5% menos que el año pasado. Sin embargo, las ventas directas a consumidores (D2C) crecieron un 5%, hasta 29,7 millones de euros, frente a las actividades B2B, incluidas las entregas a tiendas de lencería independientes y grandes almacenes, que cayeron un 6,2%, hasta 82,4 millones de euros.
Los márgenes de beneficio también estuvieron bajo presión. El EBITDA comparable cayó un 10,9%, hasta 28,4 millones de euros, mientras que el beneficio neto descendió un 19,8%, hasta 15,8 millones de euros. Karel Verlinde, CEO de la empresa, atribuye la caída a tres factores: la debilidad de las preventas de trajes de baño, las preocupaciones comerciales en Estados Unidos y las inversiones en la renovación de la marca. En particular, el reposicionamiento de la marca Sarda resultó costoso.
De cara al futuro, Van de Velde se muestra prudentemente optimista. Tras un primer trimestre flojo, la empresa dio señales de recuperación en el segundo. El fabricante de lencería espera que el volumen de negocios del segundo semestre sea comparable al del año pasado.