Tras años de dificultades financieras, Sligro espera registrar cifras positivas en Bélgica por primera vez desde 2018. El mayorista de hostelería ha resuelto por fin sus problemas logísticos y se marca como objetivo crecer en ventas y cuota de mercado.
Lío logístico y desastre informático
En la junta general anual de accionistas, el director general Koen Slippens dijo que Sligro espera lograr un EBITDA positivo en Bélgica este año. Sin embargo, no quiso decir exactamente a cuánto ascenderá este beneficio antes de depreciación e impuestos: cualquier resultado positivo ya es un gran paso adelante, dijo al periódico holandés Financieele Dagblad.
Desde 2018, la filial belga no obtuvo ni un solo beneficio, con pérdidas desde entonces que suman más de 100 millones de euros. El año pasado, Sligro Belgium aún registró unas pérdidas de 9 millones de euros sobre una facturación de 397 millones. El primer trimestre de 2025 tampoco ofrece muchas esperanzas, con una caída de las ventas en Bélgica del 10 %.
Prioridad absoluta al crecimiento
Los decepcionantes resultados en Bélgica se deben en parte a problemas internos, como el costoso fracaso de un proyecto informático. Además, empresas adquiridas como Metro e ISPC funcionaban con sistemas diferentes, lo que provocó problemas de entrega y la pérdida de asociaciones con clientes clave. Además, los restauradores belgas tienen preferencias de producto muy diferentes a las de los neerlandeses.
Según Dirk Anbeek, Presidente de la empresa, todo lo necesario para el éxito está ya en su sitio: «Ahora todo funciona en Bélgica. La cuota de mercado actual de Sligro en Bélgica es del 3,7%, pero Anbeek cree que se puede alcanzar el 10%. Esa triplicación elevaría las ventas a más de mil millones de euros. De momento, sin embargo, no hay perspectivas de obtener beneficios netos debido a los elevados costes de amortización.