Casa France busca protección frente a los acreedores y espera candidatos a la adquisición, pero el telón podría caer pronto sobre sus 143 tiendas y 600 puestos de trabajo tras la quiebra de la filial belga de Casa.
Consecuencias de la quiebra belga
Casa France ha presentado ante un tribunal francés una solicitud de concurso de acreedores, según informa el medio francés LSA. La empresa espera poder proseguir sus actividades mientras busca candidatos a la adquisición. Este paso se produce tras la quiebra de la sucursal belga a principios de este mes.
La sucursal belga era una entidad independiente cuya desaparición no tiene (en teoría) ramificaciones legales para las demás sucursales del grupo, pero gestionaba los servicios logísticos, informáticos y financieros de todo el grupo. Ahora que ese apoyo ha desaparecido, Casa se queda sin esta infraestructura esencial en otros países. Sin una adquisición rápida, tanto la red de 143 tiendas como la mayoría de los 600 puestos de trabajo están en peligro.
Varias empresas del sector de la distribución ya han mostrado interés por (parte de) la cartera de tiendas francesas, informa LSA. Ahora debe producirse rápidamente el nombramiento de administradores judiciales, que trabajarán con la dirección en una solución que garantice al máximo el mantenimiento de las tiendas y el empleo.